El proyecto se inició en la primavera de 2020 y contaba con particularidades en diversos aspectos. Requirió la combinación de varios enfoques y mucha coordinación. Nuestro gran desafío consistió en encontrar una propuesta que representara a Eslovenia y que al mismo tiempo encajara con el clima y el medio ambiente local.
Alrededor del edificio, como un tesoro natural, hay una piscina que representa los lagos eslovenos. Esto significaba que nuestra propuesta tenía que estar basada en cultivos hidropónicos sin suelo, para evitar que la posible caída de alguna partícula del sustrato pudiera manchar el agua.
La instalación de los perfiles se llevó a cabo en condiciones extremas, con una temperatura ambiental extremadamente alta. En el proceso de instalación, la vegetación plantada ya crecía de manera vigorosa, lo que fue advertido por enjambres de saltamontes. Afortunadamente para nosotros, se alimentaron de una sola de las variedades, por lo que “sólo” tuvimos que reponer unos pocos miles de plantas.